El Cura Sin Cabeza

[Jose Luis Arciga Quevedo]

Con permiso del profe Uri de la Escuela Secundaria Federal Ricardo Flores Magón, hay les va ésta leyenda que tenía mucho tiempo que la había escuchado y quería compartirla con las personas que no la sepan, según sus letras esto es lo que dice...

Leyenda contada por mi mamá María Guadalupe Guillén Bermúdez. Adaptada por el Profr. Uriel López Guillén como un homenaje al templo de Puruaran , Mich.
 
Andrés acudía diariamente a rezar a la capilla del Señor del huerto que se encuentra dentro del templo de san José de Puruaran. Iba todos los días en compañía de su abuelo. Al final se quedaba un rato más a contemplar la imagen del santo de su devoción El Señor del Huerto.
 
Una ocasión, al estar rezando, sintió un escalofrío en todo su cuerpo. Creyó que quizá alguien más se había quedado a rezar. Ya era un poco tarde y el templo se había quedado solo.
 
Sin tomar en cuenta su escalofrío siguió rezando con más devoción. Él estaba seguro que todas sus peticiones serían escuchadas, ya que el Señor del Huerto había realizado infinidad de milagros como lo comprobaban los cientos de adornos de oro que cubrían su manto guinda.
 
Nuevamente escuchó el mismo ruido, parecía venir de la sacristía. Esto le despertó curiosidad y se fue a asomar.
 
Al llegar a ese sitio, su temor desapareció ya que vio los pies de aquella persona y observó una sotana negra, pensó que era el sacerdote del lugar.
 
Se acercó un poco más y al levantar la vista se llevó una desagradable sorpresa que le puso los pelos de punta, ante sus ojos esta un monje pero no tenía cabeza.
 
Andrés se desmayó y al despertar le contaron la historia del monje que creían que era el que se había aparecido.
 
Se dice que el sacerdote se cortó su cabeza al caer de la parte más alta del templo de Puruarán cuando intentó el colocar una cruz y se manió con su sotana.
 
Desde entonces dicen que sale por todo el templo a buscar su cabeza ya que fue la parte que no lograron encontrar para darle cristiana sepultura.
 
Se cree que fue enterrado en el atrio del lugar y que el sitio está marcado por un círculo grande y que sale por las noches en busca de su cabeza.